Fuga de turistas hacia otros países de la región, caída en las exportaciones, pérdida de competitividad y reducción de las fuentes de empleo, son varias de las consecuencias indeseables que señala el sector productivo y algunos economistas, tras el descenso que ha sufrido el precio del dólar en nuestro país.
Preocupados por los efectos negativos generados por la caída del tipo de cambio, los principales sectores productivos organizaron este miércoles un foro para discutir el impacto de esta situación en el futuro de las empresas y en la economía del país.
Este evento que reunió a más de 200 empresarios de diferentes sectores productivos contó con la participación de los reconocidos economistas Fernando Naranjo, José Luis Arce y Gerardo Corrales, quienes coincidieron en la importancia de alcanzar un equilibrio en el tipo de cambio que asegure bienestar y empleo para las familias y la sobrevivencia de las empresas.
Los empresarios explicaron que un dólar barato es un beneficio engañoso para la ciudadanía, porque en el plazo inmediato puede producir un abaratamiento de las importaciones y hasta una contracción de la inflación, pero muy rápido destruye empresas y empleo por la pérdida de competitividad, tanto de las que exportan bienes y servicios, producen en el mercado nacional, como las que se dedican al turismo en el país.
Los representantes del Sector Productivo señalaron que la apreciación que ha experimentado la moneda local en los últimos meses representa un duro golpe para las medianas y pequeñas empresas, que apenas vienen sobreviviendo después de la crisis de COVID 19.
“Esta pérdida de competitividad a su vez amenaza las oportunidades de empleo de los trabajadores menos calificados, principalmente en las zonas rurales, donde generalmente existen muy pocas opciones laborales”, citó Enrique Egloff, vocero del Sector Productivo.
El Sector Productivo está solicitando al Banco Central que implemente los mecanismos necesarios para lograr el equilibrio señalado por los economistas, con el objetivo de que el tipo de cambio no comprometa ni la productividad ni la generación de empleo en el país.
En tan solo un año, la caída en el tipo de cambio del dólar ha representado un incremento de un 33.5% en los costos de producción de la piña en el país, ante el incremento que esto representa en el costo internacional del paquete tecnológico o insumos agrícolas que se deben importar para su cultivo, de acuerdo con la información presentada por los economistas expositores.