Firmes, valientes y decididos. Así, fue como llegaron 10 pequeños, miembros del proyecto Corazoncitos Azules de la Fuerza Pública, hasta el vacunatorio pediátrico en la Ciudad Deportiva en Ciudad Quesada.
Los pequeños policías, junto a sus padres, acudieron al llamado de la autoridades para protegerse del virus.
Desde el vacunatorio, los pequeños enviaron una invitación a otros niños del cantón para que se sumen a la convoctoria.
Desde el lunes, el líder del programa Corazoncitos Azules inició con la organización y autorización de los padres para poder llevar al grupo durante las primeras horas de este miércoles.
“A parte de las cosas que hacemos dentro del grupo, nos pusimos de acuerdo con todos los padres que estaban de acuerdo en vacunarlos y con su consentimiento, fue que nos organizamos para llevar al grupo de niños”, contó Luis Cambronero, coordinador de Corazoncitos Azules.
La idea es que al regreso del curso lectivo de forma presencial, los pequeños policías tengan activo un escudo protector. Además de que, pudieron regresar a hacer algunas actividades en conjunto y es importante para ellos, estar con las vacunas al día.
Este, es un grupo único en el país que inculca valores y principios para mantenerlos alejados de drogas y otros peligros. La moraleja principal, es el respeto a la autoridad. Los niños, utilizan su uniforme completo de policía, lo que les genera mayor emoción y empatía con la institución que representan.