Los vecinos de San Ramón, en La Virgen de Sarapiquí, no deberán preocuparse más por su futuro acceso al agua potable. Un moderno tanque garantizará el acceso al líquido a unas 2.500 personas de esta comunidad a partir de este martes.
La estructura tiene una capacidad para almacenar 300 mil litros de agua y se construyó en un trabajo articulado entre el Instituto de Desarrollo Rural, la Asada de San Ramón de La Virgen y el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados.
La obra, tuvo una inversión de ₡180 millones, de los cuales el Inder aportó ₡171.2 millones y la ASADA invirtió cerca de ₡8 millones adicionales. Mientras que el AyA se encargó del apoyo técnico y logístico necesario durante el proceso constructivo.
“La Asada de San Ramón funciona desde 1974 y desde ese entonces no contábamos con un tanque. El servicio se brindaba por gravedad y con diámetros pequeños, teníamos problemas con los hidrantes y con el viejo sistema era imposible brindar el servicio a varias familias de la comunidad. Tampoco contábamos con un sistema para realizar la cloración”, dijo Steven Solís, administrador de la ASADA de San Ramón de La Virgen.
Según las autoridades, el tanque tendrá un impacto en la calidad y cantidad de agua, así como la salud de 1.700 habitantes de San Ramón en La Virgen, de forma directa, y en otras 800 personas de forma indirecta.
Entre los beneficiados está el colegio de Gavilanes de La Virgen de Sarapiquí que cuenta con 988 estudiantes y una escuela en el sector cercano de San Ramón con 186 alumnos.
Este tanque es uno de los más modernos a nivel nacional y, además, es el segundo en su tipo en ser construido en la Región Huetar Norte. Tiene una loza de concreto de aproximadamente un metro de profundidad y para su construcción se usaron láminas en formas de anillo que se van subiendo conforme se construye la estructura de 8 metros de altura. Esas características lo convierten en un tanque con una elevada resistencia sísmica.